Sueños viejos

Pepa Erre
2 min readMar 16, 2023

Para construir una caja de música tienes que aprender a hablar el idioma de las muñecas de tela. Stella me susurró en sueños el camino para llegar a la puerta que había bajo su almohada. Me dijo que tendría que perder el miedo de respirar bajo el agua. Tendría que atravesar un sendero submarino para llegar a esa puerta, y la llave para abrirla estaba atrapada en otro sueño, que tendría que soñar alguien más para entregármela. Yo solo debía concentrame en el interior de las burbujas. Perder el miedo. Respirar bajo el agua. Las cajas de música harían que nadie se ahogara.

Él se había ido, escapado, solo, en esa nave que lo había visto construyendo, con basura y mecanismos de relojes. Se había ido y no me había avisado. Me había quedado sin él. Pero Stella me hablaba, me pasaba las instrucciones cifradas en invisibles signos, en canciones, en películas, en algunos libros. Las claves para perder el miedo. Y esperar. Respirar bajo el agua, aguardar por la llave, ¿quién la soñaría? Encontrar la puerta, su almohada.

Otro día, recordé que él me había enseñado en un sueño un artefacto que había inventado para destilar el sueño de los peces. Guardaba el líquido, diminutas burbujas apenas, en esos frasquitos tan frágiles que en realidad eran tapas de aceitera, pero no. Lo almacenaba para endulzar su té, para pasar las tardes solo, pero sobre todo para otra cosa de vital importancia que ya olvidé para siempre. Me mostraba los frasquitos y los bebíamos, y así íbamos a lograr eso. ¿Qué era?

El sol entraba por la ventana y daba directo en sus ojos, parecía que había un incendio del otro lado. Era un sol anaranjado de principios de otoño y el atardecer le caía todo en los ojos, pero en lugar de cerrar la ventana la abrió de par en par, la tarde inundó el cuarto y la música tuvo más sentido.

Hay otros sueños pero son intraducibles y se siguen escribiendo. A veces saben a whisky con té negro, a veces a agua sola, otras a vidrio fundido. Son sueños míos y nuestros, y son, casi, parece, de los mismos colores.

--

--